TEMPORADA : FALL / AÑO : 2022 / FOTOS : @tomhgn_ 

CAPÍTULO 1 - RESISTENCIA

Deambulo por la ciudad esperando a mi próximo cliente. He vuelto a caer en el negocio... Mis buenas intenciones no duraron mucho, pero el clima actual hacía que el negocio fuera tan próspero que era demasiado difícil resistirse. Resistir, esa es la palabra que el pueblo repite sin cesar desde hace unas semanas. Tras varios intentos fallidos, la extrema derecha finalmente logró acceder al poder, y las consecuencias fueron inmediatas: una fractura social sin precedentes, en un clima de guerra civil. Los fatalistas están recluidos en sus casas, teletrabajando, frente a su consola, o postrados en su cama, desplazándose por sus teléfonos como locos. Las calles ya no son las mismas, casi desiertas. Solo se ven marginales, algunos skaters y manifestantes enfurecidos como gorilas en celo, que destrozan todo a su paso. A lo lejos, escucho sirenas de bomberos, seguramente ocupados apagando un nuevo coche o tienda de lujo incendiada por la llama de la revuelta. El pueblo resiste, quizás aún hay esperanza.

CAPÍTULO 2 - PESADILLA

Apoyado contra una reja fuera de la escuela primaria de mi barrio, un lugar raro donde puedo estar sin riesgo de recibir una bala perdida, presto atención al discurso surrealista de este niño de 8 años. Sus compañeros están sentados en círculo a su alrededor, atentos, angustiados. Él imita golpes, llantos, los de sus padres, los de su hermanita. Su familia fue expulsada de su casa por una de las últimas brigadas de CRS de moda. Sin sorpresa, la policía abrazó fácilmente la nueva política de extrema derecha. Galvanizados por medidas cada vez más liberticidas, solo quedan en las fuerzas del orden racistas sedientos de poder y represión. Este pequeño no tuvo suerte, sus padres, de origen marroquí, tenían dos meses de retraso en el alquiler... Cuenta que luchó hasta el final: arco de plástico, flechas de goma, Nerf, pero nada funcionó. Muestra orgulloso su brazo que aún lleva los hematomas de la violenta mano del CRS que lo lanzó fuera de su edificio, a él y a los suyos. Las pesadillas de ayer se han convertido en la realidad de hoy.

CAPÍTULO 3 - CRUZADAS

La línea Akrapovic, sin duda alguna sin chicane, resuena en la ciudad con un estruendo ensordecedor. Aquellos que ayer eran criticados y ridiculizados por ciudadanos incultos hoy se han convertido en los caballeros de la resistencia sobre sus corceles de hierro. Apoyados e idolatrados por el pueblo enfadado, son los únicos que pueden atravesar los controles policiales al mando de su t-max. Verdaderos ejércitos motorizados que embisten regularmente a la policía como un domingo soleado en las calles de Baltimore. Los más ágiles pasan entre las redes del control en la rueda trasera, mientras las balas rebotan bajo sus pies. Otros, más gastronómicos, usan el filo de su espada para preparar al pueblo hambriento de justicia brochetas de pollo por cientos. Qué puede ser más normal para una política nacionalista que sumergir a su pueblo en la Edad Media.

CAPÍTULO 4 - HOT CHICKS

Rápidamente, las hordas de CRS ya no fueron suficientes. Los manifestantes se habían convertido en bestias feroces, y los resistentes ya no dudaban en abrir fuego contra las fuerzas del orden sin previo aviso. Era necesario que el gobierno encontrara una solución para hacer reinar el orden sin enviar a sus soldados al matadero. Fue entonces cuando, en una sociedad cada vez más aberrante, que para mí no podía caer más bajo, aparecieron policías sexys, reclutadas en Instagram o en los bajos fondos de los clubes de striptease. Se había alcanzado el colmo del ridículo. Ni siquiera los manifestantes más locos podían dañar a estas magníficas criaturas, y los delincuentes más incisivos se enamoraban de ellas a primera vista. Tanga subido hasta las axilas, el gobierno ponía en primera línea los estereotipos de la caída intelectual de su país, devolviéndonos en la cara un arma que nosotros mismos habíamos creado.

CAPÍTULO 5 - LIQUOR STORE

Los comerciantes más valientes no sucumbieron al pánico. En un mundo donde la gente ya no sale de sus casas por miedo a perder la vida, Amazon reina como amo, y los comercios de proximidad más valientes se han puesto al día, reconvirtiéndose a veces en vendedores de armas, a veces en puntos de venta. Algunos sótanos de tiendas de skate se han convertido en garitos clandestinos, para poder seguir suministrando material a la única cultura urbana que ha hecho frente a esta pandemia de inútiles. La cultura skate ha visto otras cosas. Ha sobrevivido a la llegada de las BMX, los patines, los patinetes, y no es una vulgar guerra civil la que le va a dar miedo.

CAPÍTULO 6 - REBEL

Los meses han pasado, y lo que no era más que una simple rebelión civil se ha convertido en una verdadera carnicería. Los barrios populares son bombardeados regularmente para erradicar la resistencia, y los últimos rebeldes han encontrado refugio en las alcantarillas o en los vagones del metro para evitar irse al cielo demasiado pronto. ¿Vale la pena esta causa? ¿Es la violencia la mejor manera de luchar? Hay que replegarse para volver mejor, organizarse, reflexionar. Ya no hay hombres lo suficientemente valientes, lo suficientemente violentos para vencer a soldados cada vez mejor equipados, cada vez más tecnológicos. La inseguridad ambiente ha dado la razón al poder en el lugar: la gente tiene miedo, pide siempre más seguridad, sin importar el precio. El lavado de cerebro ha funcionado, y los ciudadanos más dóciles están listos para abrazar una nueva era, donde las redes sociales, la robótica y el dinero digital les ofrecerán un futuro funesto.